
No somos máquinas: la cara humana del entrenador
Este texto no busca excusas: pone el foco donde toca. Los entrenadores somos personas, no aparatos; por eso el descanso también es parte de la calidad del servicio. La presencia escénica 60 minutos, 8 horas al día, 365 días al año, no es real ni necesaria para que progreses: lo que sostiene tus resultados es el criterio, la personalización y el trabajo invisible que no siempre se ve.